“La voz dormida” (2002) es una novela de Dulce Chacón, que
intenta reflejar una historia real: la de un grupo de presas de la cárcel de
Ventas, en Madrid, poco después de la victoria franquista. Fue llevada al cine
por Benito Zambrano en 2011.
Los personajes principales son Hortensia, una convencida
republicana con unos altos ideales y un gran orgulloso y convencimiento de la
causa, y su hermana, Pepita, sin ideales políticos, honrada y humilde, cuya
principal esperanza es ver libre a su hermana y al bebé que lleva dentro. El
marido de Tensi es también un republicano, uno de los más importantes, y es
conocido como “el Cordobés”. Y el que acaba siendo el amrido de Pepita, es el
más temido por los franquistas: “el Chaqueta Negra”.
La obra narra muchas de las torturas a las que eran
sometidas las presas, incluyendo las burlas de las carceleras y las monjas.
Está dividido en tres partes. La primera se encarga de ponernos en contacto con
los diferentes personajes; en la segunda, Hortensia sabe que será ejecutada un
tiempo después de que nazca su hijo y transcurre ese tiempo; y la tercera se
ocupa de los dieciocho años posteriores, donde la pequeña es criada por su tía,
y finalmente, pueden volver a Córdoba.
He aquí unos fragmentos de la novela:
“Nuestra única obligación es sobrevivir, había dicho
Hortensia […] Sobrevivir. […] Ronda el silencio. El silencio hace su ronda y
ronda la locura. […] Sobrevivir. Y contar la historia, para que la locura no
acompañe al silencio. […] Resistir es vencer.”
“Palabras que estuvieron siempre ahí, al lado, dispuestas.
La voz dormida al lado de la boca. La voz que no quiso contar que todos habían
muerto.”
“-¿Sabe por qué están escondidos? […] Porque la guerra se ha
acabado. […] Estamos más muertos que vivos. Y solos. […] Se acabó. […] Nadie va
a venir a rescatarnos. Y ustedes se empeñan en decir “los nuestros” […] como si
fueran un mundo aparte.”