sábado, 7 de abril de 2012

:)

Cuando quien quieres que te entienda no lo hace, cuando el tiempo parece estar en tu contra y pocas cosas parecen tener solución, cuando los que valoras de verdad te parece que están tan lejos sólo puedes hacer una cosa.
Respira hondo, escucha música y ríe. Ríe de todo lo que puedas. Casi todo tiene un lado gracioso, cualquier cosa. Ríe de tu mirada en el espejo cuando pones caras raras, ríe de los que no entienden lo que es vivir, ríe de lo guapo que es ese chico de enfrente, ríe de lo que quema la leche en tu lengua, ríe de lo holgado que te queda el pijama, ríe de lo absurdo que resulta reír por nada.
Y sonríe. Sonríe no para que lo vea el mundo (¿qué más da el mundo?), sonríe para que lo veas tú. Crea endorfinas que se transporten por el riego sanguíneo al cerebro. Consigue ser feliz.
Canta, baila o simplemente tararea una canción, no importa. Lo importante es que mientras lo hagas pienses en cosas que te hagan feliz, que disfrutes el momento, y que tus labios dibujen una asombrosa sonrisa espontánea.
Detrás de cada esquina se esconde algo dedicado para ti: quizá sea un rayo de sol, o quizá una bolsa de papel que bailotea al son del viento, pero todo ello va dedicado a ti en el momento en el que eres consciente de ello. Puedes hacer que cualquier momento sea único y especial. Solo tienes que hacerlo tuyo.

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