lunes, 30 de julio de 2012

Vergüenza

Está ahí, latiendo bajo la piel. Se pega a los huesos, se atornilla a los músculos, se enreda en el Sistema Nervioso y se hace notar. Las mejillas se sonrojan, la cabeza se baja y la sonrisa se esconde. Sujeta las muñecas y pregunta:
-¿Te quito la vergüenza?
No es tan fácil. Pero intentarlo no parece complicado.
Entre tiempo y tiempo, abraza y susurra "sweet child o' mine".
¿Se escuchan? Son latidos de corazón, agitados pero acompasados. Late, pequeño músculo, no dejes de hacerlo, continúa. La piel se pega, los ojos se observan. Vence la vergüenza, es posible. Todo parece posible ahora. Respira, vive. Detén el tiempo, que no pase ni un segundo más. No es posible, lo sé. Pero lo sigue pareciendo. 

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